Una cabeza más
En la presentación de ambos conjuntos, los Head Hunters se imponen 29-20 a los Black Demons
Los nombres de los equipos imponen, crean cierto temor en sus rivales al saber que ellos serán los siguientes en puerta, más si nos apegamos a lo que representan: un cazador de cabezas y un demonio negro. Ahora, sabedores que se verían las caras, no se podía esperar nada menos que un duelo vibrante y lleno de dolor.
Si bien el partido cumplió con lo esperado, no es de extrañarse que, lejos de temor, había respeto entre los protagonistas, mismo que se fue reafirmando -o perdiendo- en cada choque de líneas ofensivas y defensivas, mismas que no se quebraron y mojaron por completo toda la pólvora existente en los cañones enemigos. Un primer cuarto en ceros, pero con la expectativa a tope.
El constante e incesante ataque de ambos surtió efecto pues tanto los Black Demons (TD de Héctor Cortés) y los Head Hunters (Miguel Ángel Muñoz por la vía terrestre) mantenían la paridad de fuerzas. Una primera mitad cerrada, tosca y recia pero que no dejaba dudas de lo que son capaces.
Para el complemento no hubo otra consigna más que ir por todo. Los Dayacos, la tribu originaria de la isla Borneo apeló a sus salvajes y sanguinarias raíces para tomar la iniciativa y adelantarse en el marcador, ahora por la vía aérea, con la combinación de Emilio León y Dante Reyna. El terror negro se veía contra la pared, pero más sabe el diablo por viejo, que por diablo.
Un último cuarto que detonó y explotó todo lo que se tenía guardado. Tanto los Demons (acarreos de Gerardo Vilchis y e Iván Salinas) como los Hunters (Daniel Leal y Rafa Reyes) intercambiaron un par de anotaciones por bando para cerrar el partido con vibrante emoción quedando la balanza inclinada para los cazadores de cabezas pues la gran diferencia fue su solitaria anotación en el tercer cuarto. Intenso y prometedor inicio para ambos en este gran duelo interdivisional.
