Los Pig Machine no logran mantener su ventaja y caen 24-21 ante unos Dragones Aztecas que ilusionan

Viejos conocidos, integrantes de la misma división y encargados de darle sabor a la temporada por sus nombres y singulares formas de jugar. Lo anterior complica la existencia, pues resulta complicado descifrar lo que pueden hacer o dejar de, de igual forma el factor sorpresa llega a ser erradicado pues, ante tantos enfrentamientos en su haber ¿cómo logras vencer a quien te conoce tan bien?

La respuesta, pese a que parece ser rumiante, realmente es muy sencilla: simplemente ejecutas y dejas que todo fluya. Se dejan atrás las eventuales planeaciones y sorpresas que se tengan bajo la manga y recurres a lo básico: anotar de cualquier manera. La máquina rosa de la destrucción lo entiende a la perfección y no tarde en ponerse adelante (TD de Andrés Corona).

Aquello solo provocó despertar el apetito feroz que caracteriza al Dragón Azteca pues, con una respuesta inmediata, le dio la vuelta al marcador gracias a la combinación de Irving Arévalo y Miguel Ramírez. Cada quien se llevaba su golpe, se sabía que estaba escrito en el libreto, pero solo uno podía quedar en pie y los Pig Machine se llevaron la ventaja al medio tiempo con el certero pase de Daniel Madrid quien encontró buen destino en las manos de José Manuel Olvera.

El complemento siguió conforme a lo esperado, el intercambio de puntos -que todos agradecemos-, se hizo presente y lo que fue una primera mitad rosa poco a poco se tornaba turquesa. Los Xiuhcóatl levantaron el vuelo y aprovecharon sus habilidades aéreas para dar un nuevo golpe por conducto de su QB, Irving Arévalo. La maquinaria rosa no perdió la marcha y, pese al daño recibido, dejó toda su energía en el tremendo regreso de patada que protagonizó Jesús González.

Pero eso fue todo, ahí quedaron las reservas de los Pig Machine, todo se había ido en esa tremenda jugada. ¿Valió la pena? ¡Por supuesto!, pero la defensa ya no fue capaz de aguantar los embates y cedió justo al final. Nuevamente Arévalo se puso el equipo al hombro y encaminó a los suyos rumbo a la victoria con su doblete y así lograr la remontada ante la valerosa maquina rosa de la destrucción que le faltó estar un poco más aceitada. Un sacrificio digno de nuestros ancestros, disfrútenlo.

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