El Chivo Negro viene de atrás y, con un golpe certero, derrota al oriundo de San Francisco en los instantes finales del encuentro.
Ciertos maestros de la crónica deportiva empleaban frases memorables que hacían referencia a los instantes finales de ciertas justas deportivas ya sea el “Esto no se acaba, hasta que se acaba” o “El último minuto también tiene 60 segundos”. Ambas son igual de ciertas y también muy épicas cuando llegan a ser cristalizadas.
Round 1. Comienzan los embrujos
Pareciera ser que todo iba por buen camino para el Bombardero, iniciaban con gran intensidad y su defensa era exitosa, respondían en buen momento y contratacaban en cada oportunidad que tenían, pero, tanto va el cántaro al agua que este termina por romperse, así que el constante ataque de El Chivo negro surtió efecto con su precisa combinación de golpes (TD de Rolando Valle – Benito Quiroz).
Round 2. Bibidi
El hechizo va surtiendo efecto, pareciera que los eternos rumores que dicen sobre el llamado ‘Baphy’ se van haciendo realidad, sus pactos con seres del inframundo le dan un poder sobrenatural con el que sus rivales no pueden lidiar. Un nuevo par de combinaciones hicieron mella en la humanidad del Niner (Dos TD de Valle – Uriel Camacho). Mientras que el oriundo de San Francisco lograba reaccionar de la misma forma (Dos TD de Jorge Honorat – Alfredo Ruiz).
Round 3. Babidi
El tercer episodio de la velada pasó de noche, no hubo gran relevancia en el mismo, pero algo se sentía en el ambiente, una atmosfera demasiada pesada comenzaba a llegar al ring del Gimnasio Gerner. El clima se tornó más frío de lo normal y un ligero olor a azufre se colaba por todos los rincones del lugar. Sin duda era un mal presagio.
Round 4. Boo
El Bombardero no se dejó amedrentar por los poderes místicos del ‘Baphy’, al contrario, hizo todo lo posible por salir avante y reaccionó de buena forma con dos certeros ganchos (TD de Honorat y Ruiz), parecía que el triunfo se quedaba de su lado, pero el Chivo Negro, de la nada, saco un derechazo fulminante que mandó a la lona a su rival (TD de JJ Ita) obligando al referí a contar hasta diez y decretar el KO. El embrujo, en el último minuto, habría surtido efecto.