Los Rhinos embisten y se adueñan del liderato de la División IV al vencer 33-20 a los Comanches
En ocasiones anteriores, elogiamos la evolución y crecimiento que han tenido los gigantes africanos; temporada tras temporada se ha visto una notable mejora, superándose en cada una hasta llegar a este momento en el que son amos y señores de su división, con un récord ganador y una confirmada presencia en playoffs, resultados que confirman todo por lo que han pasado y trabajado.
Como ha sido costumbre, los Rhinos empezaron enérgicos e imponiendo condiciones -sin importar quien sea el rival que tengan enfrente-, puesto que se han hecho a la idea de hacerle frente a cualquiera y atreverse a escupirles en la cara, así de radical fue el cambio. Esta vez no fue la excepción y el doblete de René Carmona, realizado en el inicio del juego, lo confirma.
Los Comanches, igualados en récord con su rival hasta ese momento, no podían permitir que la victoria se fuera con los cuadrúpedos de manera tan fácil y sencilla, debían hacer honor a su historia de auténticos y despiadados cazadores para regresar en el partido y recortar la distancia. La combinación de Carlos Zamora y Luis Varela encontraba la zona prometida y se acercaban sigilosamente a los gigantes africanos con intenciones nada amistosas.
Pero el Rhino advirtió muy pronto de su presencia y no dudo en embestirlos en cuanto lo tuvo a tiro de piedra. Los integrantes de la tribu volaban de forma violenta por los aires, no hubo tiempo de reacción, ni siquiera para esquivar el cuerno del mamífero que castigaba una y otra vez a su rival con un nuevo par de anotaciones, ahora por cortesía de Ernesto Urióstegui.
El final del partido transcurrió con una tensa calma, pues los gigantes africanos, sabedores de la amplia ventaja que tenían, bajaron ligeramente la guardia para recibir dos certeros flechazos (TD de Armando Álvarez y uno más de Zamora), pero no hicieron mella en la gruesa piel de aquellos que los habían dejado maltrechos; tan es así que arremetieron una vez más por conducto de Carmona quien firmó una tripleta de ingresos a la zona prometida para dar por concluido el partido y, con ello, sellar su pase a la siguiente ronda.