Los Chivos Negros llegan con vida a la última semana tras vencer 38-37 a los Zopilotes y, de paso, dejarlos casi eliminados

Hace tiempo que la parvada negra vuela sin rumbo fijo, pareciese que la pandemia les cobró con intereses porque el cambio fue drástico, de estar peleando en Playoffs ahora se han quedado en la orilla -si no ocurre algo extraordinario- en dos torneos consecutivos, algo a lo que no nos tenían acostumbrado, aunque, eso sí, las risas no han faltado y por ganas no han parado pues sus juegos suelen ser de lo más entretenidos, para muestra lo que nos han regalado entre ellos y los Chivos Negros.

El juego fue sorpresivo, sin dudarlo. Se sabía que ambos equipos saldrían a darlo todo por la precaria situación en la que se encontraban, basta con ver el récord (que para nada se presume) pues los Zopilotes llegaban con un 1-3 mientras que los Baphy llegaban aún peor con su 1-4. No está de más mencionar que la derrota les otorgaba un pase al averno mientras que la victoria les daba una ligera esperanza para mantenerse con vida en el LEXFA Colors 2022.

Y al grito de “porque no tenemos nada, lo queremos todo”, ambos dieron lo mejor de sí para seguir vivos una semana más, las mechas eran cortas y la pólvora estaba en abundancia para los cañones de ambas instituciones repartiendo un total de siete anotaciones entre ambos equipos, una locura de ida y vuelta quedándose los Chivos Negros con los mejores dividendos con un total de cuatro (Uriel Camacho, Jonathan Jossimar y doblete de Raúl Muñoz), mientras que los carroñeros respondían con un triplete de Alejandro Alvizo.

Y eso era solo el inicio. El graderío también tuvo su duelo aparte con las porras que entonaba cada parcela, la sinergia era brutal y los jugadores respondían con un excelso partido que todavía guardaba más sorpresas. El marcador era favorable para los cabríos, pero las aves mantenían sus alas extendidas, aliándose con el viento y esperando llegar con vida a la siguiente semana.

Y realmente se aferraron con todo, la segunda mitad fue suya con tres sendas anotaciones (Manuel Álvarez y doblete de Eduardo Valpuesta), mientras que los Chivos lograron hacer lo propio con un par más, suficientes para vencer por la mínima diferencia a la parvada negra que se quedó a nada de extender el juego y llevar todo al alargue, pero fallaron su conversión y con ello se quedan al borde del abismo, con las alas rotas y esperando un auténtico milagro.

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