Los Delfines Acero siguen sin probar las mieles de la victoria, ahora caen 12-6 ante los Mighty Ducks
La temporada debut de la dureza marina esta siendo todo, menos lo esperado. Los equipos les han hecho pagar el derecho de piso, les dan una cálida bienvenida, un bautizo obligado, la novatada por la que todos han pasado en algún momento de su vida al ser los forasteros, los no deseados, la carne fresca que se necesita mascar, degustar y digerir para saber si es digna de los paladares anfitriones.
Ahora fue el turno de los Mighty Ducks para hacer los honores, un conjunto cuya historia todavía es fresca, pero cuentan con una mayor experiencia sobre los Delfines Acero que siguen navegando en aguas internacionales, un lugar que no es de nadie y en el que todo está permitido. Lo rudo y anárquico de la zona les ha estado pasando factura al equipo que debería estar habituado a esas condiciones.
Pero no, todavía no encuentran la brújula y siguen sucumbiendo ante sus rivales. Ahora los ataques vinieron por aire. Un encuentro entre dos elementos que por separado brindan una paz y calidez indescriptibles, pero juntos se vuelven radicales, destructivos, un tifón, un huracán incontrolable. El viento sopla más fuerte y las aves lo aprovechan, se vuelven uno solo y conectan primero con la anotación de Víctor Velázquez.
Las aguas abandonan su quietud y entran inmediatamente al ataque, los Delfines entran bien en las violentas olas y aprovechan el impulso otorgado por Poseidón y todas las deidades marinas para saltar y golpear con suma violencia (TD de Jair Paredes) a unos emplumados que sobrevolaban la zona sin ningún tipo de preocupación.
Pero eso fue todo, el respaldo marino abandonó por completo a los cetáceos que quedaron desamparados. Caso contrario de las poderosas aves que se adueñaron por completo del combate. Ahora, con los vientos a su favor, ingresaron inmisericordes a las aguas marinas para dar el golpe final con la anotación de Ulises Velázquez y dar por terminada la batalla. La dureza marina luce endeble, pero todavía queda tiempo para recomponer el camino.