Con un cerrado marcador, los Dragones Aztecas mantienen su temporada invicta y vecen 20-18 a los Aztecas
Una auténtica guerra ancestral, un derby, un clásico obligado más por nombres que por rivalidad, pero no deja de tener un alto grado de importancia, más por el momento que ambos atraviesan pues el saldo es favorable para Dragones y los Aztecas, mismos que llegaron a su compromiso con la etiqueta de invicto y, evidentemente, se quiere mantener la racha intacta y emular lo que pocos han logrado: lograr la temporada perfecta.
Misión complicada y realmente se considera una hazaña por lo competitivo que llega a ser la vanagloriada División II-B, aquella que todos desean y en la que solo un puñado llegan a ser los elegidos para levantar el trofeo de campeón. Con todo esto en mente, tanto los Xiuhcoatl como la triple alianza se dispusieron a dejar lo mejor de sí mismos para seguir estando en la cima y demostrarle a su rival que solo había un mandón en tierras aztecas.
Los Dragones fueron los primeros en poner las cosas a su favor con el acarreo de su RB, Louis Cruz, quien ingresó a la tierra prometida por la puerta grande en una ofensiva que marcó la diferencia, pues hicieron efectiva la conversión de 2 puntos, aquellos que le serían de gran utilidad en el futuro cercano.
Los Aztecas no se quedaron y la respuesta fue inmediata con la soberbia combinación de Alfredo Casas y Miguel Luna, una dupla explosiva que se combinó en dos ocasiones para los suyos, aunque los Xiuhcoatl no se quedaron atrás e hicieron lo propio pues el mismo Louis Cruz hizo de las suyas, junto con David Rodríguez para mantener distancia ante sus rivales. El juego se cerraba, las ofensivas mantenían las armas en alto y nosotros disfrutábamos otro tanto lo que nos estaban brindando.
La triple alianza cerró la fiesta con un nuevo TD, pero se mantuvieron erráticos en todos y cada uno de sus intentos de conversión pues en eso se les fue el juego y la oportunidad de empatar o remontar a los Dragones. Y eso fue todo, el complemento se quedó sin pólvora pues se caracterizó por el enorme protagonismo que tuvieron las defensivas de ambas escuadras, mismas que se cuadraron y fajaron en todo momento para que no hubiera más cambios en el marcador y confirmar así el invicto de los Xiuhcoatl. Los Aztecas se van con la derrota, pero se llevan el premio al uniforme más chulo de la noche.