Un apabullante 41-19 sobre los Toritos Texcoco bastó para que los Black Thunder vuelvan a una Final divisional.
La vida está llena de revanchas, de nuevas oportunidades, de otorgar esperanza una vez más. Lo anterior viene a colación por un equipo que ha mostrado mucha constancia desde que apareció en la liga, los Black Thunder, conjunto que nuevamente buscará pelear por el LEXFA Bowl, mismo que se les negó el semestre pasado al caer en una vibrante Final contra los Cowboys.
De menos a más
La temporada, no es secreto para nadie, fue un tremendo desastre para ‘Los Herederos de Thor’, las ausencias y los cambios en su roster le pasaron factura a este equipo que está en plena transición y remodelación, pero que se logró sobreponer ante todos los obstáculos para llegar a la antesala de la gloria. Su rival era uno de los más fieros, temidos, por demás incómodos y sin duda la prueba más difícil de todas: los Toritos Texcoco.
Ante la ausencia de nubes y rayos, los Black Thunder dejaron atrás su clásica vestimenta negra para ponerse el traje de luces, armarse con el capote y salir dispuestos a dar la faena de su vida en la Plaza de Toros ‘Los Galeana’. Enfrente uno de los toros más bravíos que ha dado la ganadería de Texcoco, el terror de los toreros: ‘El pequeño miura’.
‘El Heredero de Thor’ salió como los grandes, haciendo dos faenas (TD de Omar Toledo y Yair García) dignas del mejor de los matadores. El de Texcoco no se quedó con las ganas y logró mandar por los cielos a su verdugo con una tremenda embestida (Anotación de Fabián Mora). La bestia bufaba y el torero se reincorporaba para seguir desafiándolo.
El público coreaba todos los “oles” que hacía el también llamado Black Thunder con tres movimientos casi artísticos (Doblete de ‘JP’ del Valle y una de Hugo Perusquía), mientras que el Torito Texcoco arremetía en dos ocasiones más (‘Cuco’ López y Bruno de la Fuente). ‘El Pequeño bravío’ dio todo, lo mejor de sí, pero no puedo hacer nada ante el ritual de las banderillas y la espada (Un TD más de Perusquía), despidiéndose, así, como un digno y valeroso contrincante.