La constante práctica, la tortura deportiva, el lugar que ha forjado a los más competitivos. La experiencia es su carta de presentación.
El rocío de la mañana, el césped recién cortado, la humedad que aumenta con el paso de las horas. Un auténtico calvario para los visitantes y una dura prueba para sus residentes que explotan y dejan todo en cada gota de sangre, sudor y lágrimas derramadas. La única palestra que, fiel a la vieja usanza, realmente separa a los hombres de los niños.
El recinto es dueño de los entrenadores más exigentes, forjados y chapados a la antigua, con conceptos y métodos extremos pero que dejan huella en todos los alumnos. Pese a ser de las nuevas caras al participar en su segundo certamen, han adoptado todas las prácticas ancestrales que es han permitido llegar a las peleas por el campeonato.
Para muestra pueden presumir que sus pupilos -junto con los del Gimnasio Redskins– fueron los únicos que triunfaron en todos sus combates ¡Y de qué manera! Pues todos los triunfos fueron por decisión dividida. La jornada inició con ‘La fiera de Nemea’, el León Negro que, con tarjetas de 59-53, dio una excelsa pelea ante el afamado ‘Príncipe payaso del crimen’, el Joker.
La tendencia se mantuvo en el turno semiestelar con los consentidos de la afición del Gimnasio Galeana, El Irlandés Peleador que sufrió de más, pero apretó al final para llevarse el triunfo y salir airoso con tarjetas de 26-20, no sin antes reconocer la calidad de el Azteca que lo puso en serios aprietos durante gran parte del encuentro.
La estelar nos traía a uno de los jóvenes que buscaban hacer la chica y romper todas las casas de apuestas. El Pirata, con parche y pata de palo incluidos, un espectáculo teatral cuya virtud radica en la defensa; misma fortaleza de local, el Therion, uno de los más experimentados que se fajó ante el novel púgil que vendió muy cara la derrota. Mucho estudio y pocos golpes -pero certeros- nos dan como resultado un 8-6 en favor de ‘La bestia’. El inicio de la Primavera promete bastante.