Se impone la melena
En duelo de felinos, los Leones Coacalco ganan 21-14 a las Panteras y califican directo a Playoffs
Ambos comparten el mismo hábitat, la selva, forma parte de su entorno, aliados a ella y expertos en explotar todos los recursos que la misma les otorga para ser unos grandes cazadores. Uno prefiere el día, el otro hace de la noche su mejor socia, pero los dos son feroces y no rehúyen al encuentro de otro felino para ver cuál de los dos llega a ser considerado el alfa.
El terreno era el idóneo para las Panteras, cuyo manto nocturno las protegía y les servía para embestir primero a unos melenudos que, ni tardos ni perezosos, también respondieron la afrenta. Rugidos, zarpazos y colmillos afilados se hacían presentes en el primer escarceo. Nada para nadie, apenas unos leves rasguños, pero suficientes para herir al rival con las anotaciones de Adrián Peralta por los Leones y Gustavo Arana por los Wakandianos.
Apenas era el inicio, los felinos solo se distanciaron un momento para tomar aire, pensar la estrategia y ver por dónde será mejor atacar. La pantera se movía con más libertad, pero los oriundos de Coacalco saben sobrellevar el juego, son cauto y expertos en manejar los tiempos, tan es así que fueron los primeros en romper el empate con el TD de Adalid Montes de Oca.
Wakanda veía como su animal insignia comenzaba a tener problemas, la misma noche las había desplazado a un costado, su mayor ventaja quedaba en el olvido y ahora estaban solas. El instinto tenía que salir a flote y, cual gato boca arriba, entró en un efectivo modo de supervivencia con el que logró emparejar la situación con el doblete de Arana.
Pero en la selva solo uno puede dominar, no hay lugar para tanta gente y mucho menos para dos felinos que buscan dominar. Las panteras sabían que no tenían un mañana, debían imponer sus condiciones y demostrar que son dignos herederos del trono, pero por algo el rey es el león. Fue así que en el ocaso del partido resurgió el rugido de los melenudos y, con una certera mordida (doblete de Peralta), daba por concluido el combate. Coacalco mira desde su trono y aguarda a su futuro rival mientras que los wakandianos ya planean la siguiente temporada.
