Niners los tuvo en la lona pero, al final, los Titanes vinieron de atrás y se impusieron 44-32.
Uno creería que los Niners al fin aprendieron de los errores del pasado, de mantener la ventaja en el marcador después de irse arriba en el mismo y dominar a placer a sus rivales, de dar una primera mitad de ensueño y fácilmente tener una pesadilla en el complemento. Una constante que se creía en el olvido, pero se mantiene más viva que nunca.
Llegaron en aviones caza, dispuestos a bombardear y desparecer cualquier rastro del Monte Otris que han defendido con honor los Titanes. Apenas se asomaron los ‘Red and gold’ por el horizonte y los gigantes ya habían lanzado el primero de sus ataques con la anotación de Jovany Díaz. Lo que no sabían es que todo era parte del plan, los aguardaba una emboscada.
Aquello parecía sacado de cualquier largometraje taquillero de Hollywood, con un bestial ataque de ‘Los Bombarderos de la bahía’ que lograron penetrar la titánica defensa en cuatro ocasiones teniendo como protagonista del show a Jorge Honorat con dos pases de anotación y uno de conversión. La celebración era inminente, pero los Niners se durmieron en sus laureles.
Los aviones se retiraban, habían logrado su cometido, pero olvidaron algo muy cierto: si el gigante está en la lona, debes terminarlo, asegurarte que no se levante, que no haya indicios de reacción. Un craso error, pues los Titanes se levantaron de a poco, miraron con furia al rival y un grito paralizante fue emitido desde las entrañas de todos y cada uno de los habitantes del Monte Otris.
El poder de los gigantes quedó demostrado, les dieron vida y en el complemento respondieron con un total de cinco anotaciones (póquer del MVP del partido, Anthuan Sanabria y una más de Aldo Muñoz) para revertir y doblar el marcador final -Todo pese al último TD Niner realizado por Honorat-. Ambos tienen el boleto en su poder y se quedan en zona de Playoffs; pero, sin afán de ser ave de mal agüero, parece que esta historia de tintes rojos y dorados ya se ha visto antes.