En duelo de líderes, los Spartans ODA se complican, pero al final triunfan 29-24 ante los Dragones Aztecas

Se tenían grandes expectativas por este partido y no decepcionó en lo más mínimo, no hubo un ápice de duda sobre el por qué ambos equipos son los líderes de la zona más competida y aguerrida de LEXFA, la División II. El grupo A, representado por los Spartans ODA, les hacían los honores a los mandones del grupo B, los Dragones Aztecas. Ambos invictos y en su mejor momento. Pronostico: uñas nos van a faltar.

El partido se dio en el mejor momento de la temporada, justo en la segunda mitad del certamen, esa que confirma el verdadero potencial de los equipos y reafirma las predicciones que se tenían al inicio de la justa. Palabras más, palabras menos; la noche se prestaba para cazar, era temporada de Dragones y la élite militar quería probarse a sí mismos que podría con el tremendo y difícil compromiso que conlleva el derrotar a esa mítica bestia la cual, hasta el momento, no lo ha permitido.

Los Spartans se acercaban de a poco a la guarida de la serpiente de fuego, sigilosos, apelando a su fama de expertos en la estrategia la cual da frutos con el primer ataque efectivo (TD de Jorge Hidalgo). La bestia alada despierta y el contraataque no se hace esperar, fúrica respuesta (anotación de Daniel Ledesma) la cual no puede concretar puesto que la élite esquiva el segundo golpe y lo aprovecha en su favor (intercepción de la conversión y regreso por parte de Wilton Pérez que se traduce en un Pick 4).

El Xiuhcóatl, con un ensordecedor rugido, lamenta las heridas recibidas, el caos provoca que genere ataques sin sentido, orden o coherencia por lo que hace más fácil la labor de sus rivales quienes responden en dos ocasiones más (dobletes de Hidalgo y Wilton). La victoria parece suya, pero el Dragón se detiene un instante, cierra sus ojos y con su garra toma a los Spartans. La mirada es penetrante, intimidante, están en peligro y lo saben.

No hay palabras que logren describir las escenas vistas, el acorazado esmeralda se dio gusto con el festín de élite que se dio, la balanza estaba en su favor después del espectacular regreso que tuvo al defender su guarida (doblete de David Rodríguez y otro TD de Dani Ledesma), el cazador se había convertido en presa. Pese a la airada reacción, el Dragón Azteca seguía herido y no le alcanzó para aguantar el final, lo cual fue aprovechado por el único sobreviviente espartano, Jesús Valencia, para apuntar su lanza directo al corazón de la serpiente. Brutal combate del que se hablará por mucho tiempo. ¿Por qué? el Xiuhcóatl sigue vivo…

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